La mayoría de los alaveses han tomado medidas para controlar el consumo energético en el hogar
Los problemas de suministro energético que ha generado la situación internacional actual ha llevado a muchas familias a plantearse medidas de ahorro energético. Según el Estudio de Percepción Social de Álava, que elabora la Diputación, el 84% de los habitantes de Álava han tomado medidas para bajar el consumo en el hogar.
Uno de los aspectos que se abordan en este estudio es la valoración que hacen los ciudadanos del futuro próximo y cuáles son sus preocupaciones principales. Así, en una escala de 0-10, los alaveses califican con un 8,4 su preocupación por el incremento de los precios de la energía, siendo éste el principal problema que ven de cara al futuro. La inflación y la subida de tipos de interés son los otros dos factores que más preocupan a los ciudadanos alaveses a tenor de la actual situación internacional.
Iluminación, calefacción y aire acondicionado
Para poder afrontar estos problemas, en cada hogar se han tomado una media de tres decisiones. La principal, como ya se ha apuntado, ha sido la de controlar el consumo energético de hogar. Estas medidas pasarían tanto por reducir el consumo de electricidad como por utilizar sistemas más eficientes de generación. En este sentido, casi la mitad de la población ha llevado a cabo cambios en los sistemas de iluminación con el objetivo de reducir el consumo en esta partida. Además, tal como se puede ver en el gráfico, una parte importante de la población ha tomado la determinación de reducir el uso de la calefacción y el aire acondicionado.
La mitad de los hogares también ha tomado la decisión de reducir sus gastos en actividades de ocio y más de un 40% han decidido dejar de consumir determinados tipos de alimentos. En este caso, la decisión tiene que ver con el incremento que han tenido los precios en los últimos meses y que parece que empieza a moderarse.
Cara al futuro, la mayor parte de la población no se muestra pesimista y solo un 30% considera que la situación será peor en los próximos meses. La mayoría piensa que será igual y apenas un 16% considera que va a mejorar.