Los estatutos de comunidad de propietarios son las normas que regulan lo que se puede y lo que no se puede hacer en una comunidad de propietarios. Hay artículos que no son obligatorios y que se pueden modificar, siempre y cuando estén de acuerdo los vecinos y se cumplan unos parámetros, siguiendo el correspondiente proceso legal. Explicamos cómo funcionan y si son obligatorios o no, entre otras dudas frecuentes.
Marcan las normas de convivencia
Los estatutos son unos documentos que recogen, regulan y establecen los derechos y deberes de los propietarios que forman la comunidad y marcan las normas de convivencia, que son obligatorias. Para que sean aprobados, se necesita la unanimidad de los votos de los propietarios. No tienen por qué seguir un modelo preestablecido, sino que son definidos por los mismos vecinos de manera consensuada. Nunca se debe ir en contra de las disposiciones de la Ley de Propiedad Horizontal, pero sí pueden complementarse. El incumplimiento de los estatutos faculta a la comunidad de propietarios a emprender acciones legales contra el propietario infractor.
Pese a que la Ley de Propiedad Horizontal los nombra y expresa su importancia a la hora de regular las relaciones entre vecinos, lo cierto es que no son obligatorios. No se explica cómo se crean, pero establece cómo tienen que ser, puesto que se dan algunas pistas en diversos artículos de la ley.
Proceso legal
Para crear y desarrollar unos estatutos hay que evaluar la casuística y necesidades de los vecinos. Se necesita un asesoramiento profesional. Una vez identificadas las necesidades, se podría empezar a redactar unos estatutos según los acuerdos tomados. Y una vez redactados, deben ser presentados y votados en junta extraordinaria de comunidad, convocada específicamente para este fin, y aprobados por unanimidad de los propietarios. Deben ser firmados por todos y entregada una copia a cada propietario.
Por fin, una vez firmados, hay que inscribirlos en el Registro de la Propiedad.
