La compra de una vivienda es una operación compleja que puede provocar más de un quebradero de cabeza. La gran oferta existente, los actuales precios y la falta de tiempo ha llevado a que la figura del personal shopper, asociada habitualmente al mundo de la moda, prolifere en el ámbito inmobiliario.
¿Qué ha cambiado en el mercado para que nazcan los personal shoppers inmobiliarios?
Vivimos un momento de transformación del sector inmobiliario tradicional en el que la demanda tiene un acceso rápido a gran cantidad de información, pero, a la vez, necesita más que nunca el asesoramiento de un experto que le ayude a analizar y rastrear el mercado inmobiliario, a diferenciar las buenas oportunidades del resto. Y, cómo no, también durante todo el proceso de negociación.
Funciones y servicios que ofrecen
El personal shopper acompaña al comprador o inversor durante todo el proceso de búsqueda, negociación y adquisición de cualquier activo inmobiliario, desde la entrevista inicial hasta el servicio postventa. Asesora a todo tipo de clientes, desde compradores «primerizos» a particulares o empresas, independientemente de la ubicación o valor del inmueble.
El PSI representa a la parte compradora. No tiene producto que ofrecer a un comprador, si no que le ofrece un servicio de búsqueda en todo el mercado inmobiliario de la zona que se determine. Gracias a la cercanía que se genera con el cliente, conoce a la perfección sus necesidades y deseos y puede ofrecerle un servicio personalizado y a medida.
¿Quién abona sus honorarios?
Normalmente los personal shopper inmobiliarios cuentan con estudios en Derecho, Economía, Finanzas, Administración y Dirección de Empresas o Arquitectura y a menudo tiene másteres especializados en el sector inmobiliario.
Así como la mayoría de agencias inmobiliarias en Vitoria cobran sus honorarios al cliente propietario, que es el que da el primer paso y el que encarga los servicios de intermediación para la venta o alquiler de su inmueble, en el caso del personal shopper el que contrata sus servicios es el comprador, por lo que dicho cliente es el que abonará sus honorarios.