En líneas generales existe la idea de que la compra de vivienda es una de las operaciones más rentables, puesto que en muchas ocasiones la cuota hipotecaria es más barata que la renta mensual de alquiler
El 81,2 % de los hogares del País Vasco están radicados en viviendas cuyos inquilinos son los propietarios del inmueble. Es uno de los datos que se recogen en la Encuesta de Condiciones de Vida que recientemente ha dado a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este es un porcentaje notablemente más alto que en la media nacional, si bien la propiedad de la vivienda sigue siendo el régimen favorito en España, donde el 75 % de los hogares se establecen en viviendas propias.
En comparación con otras Comunidades Autónomas, el País Vasco se sitúa en la zona alta en cuanto a la preferencia por la propiedad de la vivienda. Solo Navarra, Castilla y León y La Rioja se encuentran también por encima del 80 % de hogares que cuentan con una vivienda en propiedad, mientras que Baleares, Canarias, Ceuta o Cataluña son las zonas en las que hay un mayor número de hogares en viviendas de alquiler.
Si observamos la evolución, en el caso del País Vasco, el porcentaje de hogares con vivienda en propiedad apenas ha variados en los últimos 20 años, y siempre ha estado por encima del 80 %, salvo en el año de la pandemia, mientras que a nivel nacional se observa una clara tendencia a la baja, unas cifras sustentadas sobre todo en las grandes ciudades.
El problema del alquiler de la vivienda en España es endémico. Hay una clara descompensación entre la oferta de vivienda para alquiler y la demanda de este tipo de soluciones. En líneas generales existe la idea de que la compra de vivienda es una de las operaciones más rentables, puesto que en muchas ocasiones la cuota hipotecaria es más barata que la renta mensual de alquiler.
¿Escasa oferta por miedo a los impagos?
En los últimos años se ha evidenciado un incremento de la demanda de vivienda de alquiler, pero esto contrasta con el descenso en la oferta, puesto que muchos propietarios no están dispuestos a arriesgarse a un posible impago de su propiedad.
Con estas premisas, mejorar la cifras del alquiler solo pasa por aumentar la oferta de vivienda disponible y por asegurar el pago de la renta a los inquilinos. En este sentido, un incremento del parque público de vivienda en alquiler es una de las soluciones que podría aplicarse, puesto que serviría para nivelar los precios y ofrecer soluciones habitacionales a familias más vulnerables, y, por tanto, susceptible de no poder hacer frente a un alquiler. Hay proyectos con una iniciativa público-privada están empezando a conseguir buenos resultados.
La otra medida necesaria sería incentivar el alquiler de viviendas vacías con ayudas a la rehabilitación y reformas legislativas que, de alguna manera, garanticen los cobros a los propietarios.