Con un total de 255 metros cuadrados por cada 10.000 habitantes, Vitoria-Gasteiz se mantiene a la cabeza de las capitales del País Vasco en cuanto a superficie solar térmica instalada. La obligatoriedad de instalar este tipo de placas en los edificios de nueva construcción ha hecho que la ciudad se haya convertido en un referente en este tipo de energía.
El sol, una energía renovable sostenible
La energía solar térmica es la que aprovecha la luz del sol con el objetivo de generar calor para diferentes usos: cocinar, producir agua caliente, calefacción o energía mecánica. Es una forma de energía renovable sostenible que, normalmente, se aplica en viviendas e instalaciones pequeñas.
Normativas
Desde el año 2007 era obligatorio incluir este tipo de instalaciones en los edificios, de ahí que en Zabalgana o en Salburua, los barrios de más reciente construcción, sea muy habitual ver las azoteas con este tipo de placas solares. En 2013 la legislación también permitió la instalación de otro tipo de energías alternativas, como la solar fotovoltaica, que permite la transformación de la energía solar en electricidad.
Es por este tipo de normativas por lo que Vitoria-Gasteiz se mantiene entre las ciudades con mayor uso de este tipo de instalaciones. La primera en el País Vasco es Irún, seguida de Abadiño. La cifra de superficie instalada en la capital vitoriana multiplica por 10 la que hay en Bilbao y casi triplica la que hay en San Sebastián.
Mantenimiento de las infraestructuras
Pero este tipo de instalaciones, que en principio podrían resultar muy positivas, no están exentas de polémica. En el caso de la energía solar térmica, el mayor condicionante viene por el mantenimiento de las infraestructuras. Todos los edificios que cuentan con este sistema de energía tienen que tener una fuente auxiliar de energía, mayoritariamente el gas. Esto hace que los problemas que pueden surgir con el funcionamiento de la termo solar no se detecten y, por lo tanto, no se corrijan.
Las instituciones se limitan a hacer inspecciones visuales de las instalaciones, pero tienen que ser las comunidades de vecinos las que contraten el servicio de mantenimiento de las placas solares.